
INDALO | Espacio de Atención Integral en Salud
Espacio TEA
SEGÚN EL DSM-5, EL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA SE CARACTERIZA POR:
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Deficiencias persistentes en la comunicación social y la interacción social. Alteración en reciprocidad social, los comportamientos comunicativos no verbales usados para la interacción social:
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Dificultad en intereses, expresar o comprender.
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Anomalías del contacto visual y del lenguaje corporal o deficiencia en la comprensión y el uso de gestos, hasta una falta total de expresión facial y de comunicación no verbal.
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Dificultades para compartir juegos imaginativos o para hacer amigos hasta la ausencia de interés por otras personas.
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Patrones repetitivos de comportamiento:
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Movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos.
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Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad de rutinas.
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Intereses muy restringidos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad o foco de interés.
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Híper o hiporreactividad a los estímulos sensoriales o interés inhabitual por aspectos sensoriales del entorno (p.ej., indiferencia aparente al dolor/temperatura, respuesta adversa a sonidos o texturas específicos, olfateo o palpación excesiva de objetos, fascinación visual por las luces o el movimiento).
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Los síntomas deben estar presentes en las primeras fases del desarrollo (pero pueden no manifestarse totalmente hasta que la demanda social supera las capacidades limitadas.
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Los síntomas causan un deterioro clínicamente significativo en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento habitual.
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Estas alteraciones no se explican mejor por la discapacidad intelectual o por el retraso global en el desarrollo.